Las cebollas, en cualquier formato (crudo, cocido o en polvo), son muy tóxicas para los perros. Contienen compuestos que pueden causar daño al sistema digestivo del perro, que es incapaz de digerirlos. También pueden llevar a una intoxicación.
Por qué los perros no pueden comer cebolla
Intoxicación por cebolla en los perros. La cebolla y el ajo contienen sustancias tóxicas que pueden dañar los hematies. Tan solo ingiriendo una dosis de cebolla superior al 0,5% del peso del animal será suficiente para producir un cuadro de intoxicación por cebolla independientemente de que sea cruda o cocida.
¿Qué pasa si un perro se come una cebolla?
La cebolla posee sustancias tóxicas que dañan la pared de los glóbulos rojos de nuestras mascotas, haciendo que se rompan y que no puedan cumplir con la función de transportar oxígeno a las células. Este trastorno se denomina anemia hemolítica y suele ocurrir unas horas o días después de la ingesta.