Busca ayuda
- No tengas miedo de llamar a un especialista en comportamiento o contratar a un adiestrador si los celos caninos son un problema constante en tu casa.
- Concédele a tu perro algo de tiempo de calidad individual con un cuidador de perros de confianza cuando no puedas estar presente.
Índice
¿Los perros sienten celos?
Los perros también pueden sentir celos, y no es extraño que se sientan vulnerables y hasta envidiosos cuando su dueño cuida de otro can o le dedica más atenciones. Quienes viven con estos animales siempre han sospechado de este comportamiento, pero ahora los científicos lo han corroborado.
Un perro con celos suele manifestar los siguientes síntomas:
- Se muestra irritable especialmente en presencia del nuevo miembro.
- Tiene cambios bruscos de estado de ánimo.
- Actitud posesiva.
- En ocasiones puede dedicarse a destrozar objetos de la casa para llamar la atención y descargar tensiones.
Perro celoso con otros perros
Es mejor no forzar situaciones. Al igual que con el caso anterior tienes que realizar las presentaciones, dejar que se huelan e interactúen poco a poco. No les dejes a solas durante los primeros días mientras no sepas cómo van a reaccionar.
¿Cómo evitar los celos?
- El perro no es un bebé: no trates a tu perrito como si fuera un bebé, porque, aunque para ti sea tu bebé, esto puede confundirle a la larga y volverle posesivo hacia ti.
- Establece normas: no permitas que tu perro haga lo que le dé la gana.
- Refuerza sus comportamientos adecuados positivamente.
Por qué se ponen celosos los perros
Los perros quieren su llamar tu atención, comida, juegos y mucho más: es algo natural. Pero cuando los perros empiezan a ponerse celosos y a llamar la atención de forma más agresiva, es conveniente que pienses qué cambios ha habido en su vida.
¿Por qué los perros se ponen celosos?
Los perros sienten celos, un instinto para proteger sus relaciones sociales con sus dueños, según un estudio de la Universidad de California San Diego.
¿Por qué los perros son tan celosos?
Los perros parecen ser celosos si su dueño muestra afecto por otros. Más de tres cuartas partes de los perros estudiados eran propensos a tocar o empujar a sus dueños cuando estos interactuaban con el señuelo o perro de mentira.