Los infartos placentarios representan zonas de necrosis isquémica como resultado de la interrupción del aporte sanguíneo (4-6). La mayoría son el resultado de la oclusión o reducción del calibre de los vasos uteroplacentarios maternos.
Índice
- Cómo son los infartos de la placenta
- ¿Cómo prevenir un infarto de placenta?
- ¿Cómo se daña la placenta?
- ¿Qué pasa si la placenta no funciona bien?
- ¿Qué pasa si se muere la placenta?
- ¿Qué afecta la salud de la placenta?
- ¿Cómo saber si la placenta no alimenta al bebé?
- ¿Cómo mejorar la calidad de la placenta?
- ¿Cómo se puede evitar el desprendimiento prematuro de placenta?
- ¿Cómo saber si hay desprendimiento de placenta?
- ¿Qué puede causar problemas en la placenta?
Cómo son los infartos de la placenta
Los infartos placentarios son áreas de tejido muerto que se encuentra dentro de la placenta, por lo general causados por complicaciones de los vasos sanguíneos. Esta anormalidad placentaria disminuye el flujo sanguíneo a las zonas afectadas, que a veces pueden causar la restricción del crecimiento fetal o la muerte.
¿Cómo prevenir un infarto de placenta?
Para prevenirlo, en la Unidad de Medicina Materno Fetal de Clínica Alemana, se propone que, además de un adecuado manejo periconcepcional al tomar la decisión de un embarazo, se realice un control ecográfico con evaluación de Doppler de las arterias uterinas entre las 22 y 25 semanas de gestación.
¿Cómo se daña la placenta?
En general, no se conoce la causa del desprendimiento de la placenta. Algunas causas posibles son traumatismos o lesiones abdominales, por ejemplo, a partir de un accidente automovilístico o caída, o la pérdida rápida del líquido que rodea y amortigua al bebé en el útero (líquido amniótico).
¿Qué pasa si la placenta no funciona bien?
Los problemas con la placenta pueden afectar el crecimiento del feto. El bebé no puede crecer y desarrollarse normalmente en el útero si no obtiene oxígeno y nutrientes suficientes.
¿Qué pasa si se muere la placenta?
El desprendimiento de placenta puede privar al bebé de oxígeno y de nutrientes, y provocar un sangrado intenso en la madre. En algunos casos, se puede necesitar un parto prematuro.
¿Qué afecta la salud de la placenta?
Durante el embarazo, los posibles problemas de placenta incluyen desprendimiento placentario, placenta previa y placenta adherida. Estos trastornos pueden causar un posible sangrado vaginal abundante. Después del parto, la retención de la placenta es a veces una preocupación.
¿Cómo saber si la placenta no alimenta al bebé?
Síntomas de la Insuficiencia Placentaria
- Aumento importante del riesgo de trabajo de parto y parto prematuro.
- Desprendimiento prematuro de placenta.
- Sangrado vaginal y contracciones prematuras.
- Aumento de riesgo de cesárea.
- Infecciones maternas y formación de coágulos.
- Embarazo post término, (más de 42 semanas).
¿Cómo mejorar la calidad de la placenta?
Algunos consejos útiles para mantener una placenta saludable durante el embarazo:
- Sigue una dieta sana y equilibrada. Es fundamental seguir una dieta lo más saludable y equilibrada posible.
- Practica ejercicio físico regularmente.
- Aléjate del estrés.
- Evita el alcohol y fumar.
¿Cómo se puede evitar el desprendimiento prematuro de placenta?
No se puede evitar un desprendimiento prematuro de la placenta, pero usted puede controlar los factores de riesgo relacionados haciendo lo siguiente: Mantenga la presión arterial alta, las enfermedades del corazón y la diabetes bajo control.
¿Cómo saber si hay desprendimiento de placenta?
Los signos y síntomas del desprendimiento placentario incluyen:
- Hemorragia vaginal, aunque puede ser que no haya ninguna.
- Dolor abdominal.
- Dolor de espalda.
- Sensibilidad o rigidez uterina.
- Contracciones uterinas, a menudo una tras otra.
¿Qué puede causar problemas en la placenta?
Las complicaciones asociadas con la insuficiencia placentaria pueden incluir:
- Preeclampsia.
- Trabajo prematuro.
- Restricción del crecimiento intrauterino (RCIU)
- Desprendimiento de placenta o separación prematura de la placenta.
- Disminución del suministro de oxígeno al bebé al nacer.
- Mayor riesgo de pérdida fetal.