Además de dolor, la envidia provoca en quien la siente ansiedad, hostilidad, rabia y depresión. Y toma diferentes formas. En la etapa escolar, pueden ser las notas; en la adolescencia, las conquistas amorosas; en la adultez, el éxito material, laboral o familiar.
Índice
Qué es la envidia y sus consecuencias
La envidia implica entonces desear algo que tienen otros: capacidades intelectuales, habilidades, dinero, belleza, poder o posesiones que al no poder conseguirlo ocasiona una profunda alteración del estado de ánimo (por ejemplo, tristeza, enojo o ira).
Consecuencias de la envidia
Trastornos mentales (por ejemplo, un trastorno de ansiedad, trastornos depresivos o un trastorno delirante). Aislamiento. Conflictos intra e interpersonales. Carente desarrollo del estilo propio (baja autoestima).
¿Qué hacer para solucionar los problemas de envidia?
- Evita la etiqueta “envidioso” o “envidiosa”
- Despréndete de la mentalidad ultra-competitiva.
- Transforma la envidia en motivación productiva.
- Adopta una perspectiva crítica sobre los sistemas de valoración social.
- Si no hay progresos, acude al psicólogo.
¿Cómo se comporta una persona que te envidia?
El envidioso siente rivalidad con los demás y la necesidad constante de defenderse atacando. Los envidiosos por naturaleza no pueden permanecer impasibles mientras alguien airea su felicidad o disfruta de sus éxitos.
¿Que hay detrás de la envidia?
La envidia proviene de la comparación, las personas que se le pasan todo el tiempo comparándose con los demás y dejan de ver lo bueno de ellas mismas comienzan a albergar este tipo de sentimiento que sino es gestionado de una buena manera puede ser incluso destructivo.
¿Cuál es la raíz de la envidia?
2) Las raíces de la envidia son libidinales, no sólo agresivas: es decir, la envidia está vinculada a un deseo del objeto –tanto de tenerlo como de ser el objeto- junto con un deseo de importarle al objeto.
¿Que se esconde detrás de la envidia?
La verdadera envidia se centra imaginativamente en el otro, en el envidiado, más que en uno mismo. La envidia se lleva solo por dentro, en la intimidad subjetiva, pues su manifestación podría parecer y sentirse como una declaración de inferioridad.