Exposición solar: le gusta el sol o media sombra ligera. Clima: el tomillo es todoterreno, resiste tanto heladas como la falta de agua. Suelo: el tomillo necesita tierra muy permeable, de excelente drenado, ya que uno de sus peores enemigos es el exceso de agua. Debes evitar los suelos ácidos, encharcados y húmedos.
Índice
Condiciones de Crecimiento del Tomillo
La planta necesita una exposición completa al sol y prefiere climas cálidos y moderadamente secos, inviernos suaves y veranos soleados. Crecerá en temperaturas medias de 20 a 30°C (68 a 86°F) en la primavera y principio del verano.
¿Cuánto sol necesita el tomillo?
Es una planta aromática silvestre que crece fácilmente en zonas calurosas donde haya muchas horas de sol al día y relativamente pocas precipitaciones como, por ejemplo, las regiones del mediterráneo.
¿Cómo se debe cuidar la planta de tomillo?
El tomillo es una hierba que no necesita abundante agua y soporta bien la sequía. Riega en forma moderada y evita el suelo demasiado mojado y ni hablar de los encharcamientos. Recuerda que el exceso de agua pudre a la planta, por ello presta atención al sistema de riego que utlizas. .
¿Qué necesita el tomillo para crecer?
Prefiere climas templados y crece sobre suelos secos y soleados, resiste bien las heladas y sequías, los métodos principales de multiplicación del tomillo son: por semillas o vegetativamente, por división de pies o por esquejes. Las épocas de siembra más convenientes son otoño y principios de primavera.
¿Cómo se debe regar el tomillo?
Requisitos de Agua para el Tomillo
Es más posible perder nuestras plantas debido a que la raíz de pudre que por una fuerte helada. Debemos tener cuidado y no regar en exceso, especialmente en suelos con un drenaje no muy bueno. Aunque se puede utilizar riego por aspersión, el riego por goteo es más común.
¿Cuántas veces hay que regar el tomillo?
El tomillo es una planta tolerante al verano y se puede cultivar sin suministro de agua artificial. Sin embargo, cuando se cultiva comercialmente, en áreas sin lluvias durante el verano, al menos dos sesiones de riego son necesarias para producir un rendimiento medio.