Deben tomarse 5 ml diarios disueltos en 250 ml de agua pura, en ayunas o distribuido a lo largo del día, antes o después de las comidas.
Índice
¿Cuáles son los beneficios de la clorofila de los alimentos?
- Desintoxicar el hígado.
- Limpiar los intestinos.
- Ayudar a combatir la anemia.
- Rejuvenecer y energizar el cuerpo.
- Estimular el sistema inmunológico.
- Normalizar la presión arterial.
¿Qué pasa si tomo clorofila todos los días?
estimular el sistema inmunitario. eliminar el hongo del cuerpo. desintoxicar tu sangre. limpiar tus intestinos.
¿Qué enfermedades cura la clorofila?
Además, este compuesto natural mejora las defensas del cuerpo gracias a su capacidad de alcalinizar la sangre, lo que frena el desarrollo de virus y bacterias. Y más beneficios de consumir clorofila: esta sustancia protege el colon, el hígado, el estómago y la vesícula y ayuda a eliminar el exceso de ácido.
¿Quién no debe tomar clorofila?
La clorofila puede hacer que las personas sean más propensas a tener una erupción en la piel por radiación solar. Se desconoce si existe algún riesgo del uso de la clorofila en la infancia o en las mujeres embarazadas o lactantes, por lo que se desaconsejaría su uso, especialmente sin antes consultar con un médico.
¿Cuánto tiempo se debe tomar la clorofila?
Algo que usted siempre debe tener presente es que no puede dejarla almacenada por más de 15 días porque se oxida. * Para que el organismo descanse, haga una pausa de 15 días para iniciar de nuevo. Se recomienda tomar la clorofila con el estómago vacío para que su asimilación no se vea afectada por las otras comidas.
¿Por qué es malo tomar clorofila?
La clorofila se considera no tóxica. La mayoría de las personas que la ingieren no presentan síntomas. En pocas ocasiones, se pueden presentar los siguientes síntomas: Diarrea.
¿Qué beneficios tiene la clorofila en ayunas?
La clorofila facilita el desempeño de las funciones de defensa por parte de las células del sistema inmunológico. Evita flatulencias, mal aliento y pesadez estomacal. También tiene la capacidad de alcalinizar la sangre, convirtiéndose así en un medio menos propicio para el desarrollo del virus y bacterias.