Los siguientes consejos pueden reducir el riesgo de experimentar mareos después de un entrenamiento:
- aumentar la intensidad de los entrenamientos gradualmente.
- evitar esforzar el cuerpo en exceso.
- practicar la respiración regular durante los ejercicios.
¿Qué pasa si hago ejercicio y me mareo?
A veces tenemos sensación de mareo o aturdimiento tras el ejercicio. Esto puede deberse a una falta de aporte de oxígeno o sangre al cerebro, un bajo nivel de azúcar en sangre, deshidratación, sobrecalentamiento o golpe de calor, una bajada de tensión o una interrupción brusca del ejercicio entre otras.